07 abril, 2008

¿Quien obedece al desobediente?

No fue Gandhi quien instituyó la desobediencia civil, ni él ni cualquier otra persona, en tanto individuo: fue la masa quien la instituyó. No se trata de una persona, se trata de personas, y al parecer, Hernán Fuentes, presidente regional de Puno, no ha tomado muy en cuenta esto.

En los últimos meses y, más en claro, en los últimos días, luego de que Fuentes fuera acusado en el parlamento por congresistas electos en Puno, por siete casos ante la Comisión de Fiscalización del Congreso, hoy es la Contraloría quien investiga tres denuncias concretas: el desvío de 5 millones de nuevos soles del fondo de la Zona Económica Especial de Puno (ZEEDEPUNO), el supuesto pago de "planillas doradas" con recursos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) con sueldos de entre 5 mil y 8 mil soles, además del gasto de 8 millones de soles en “propinas”, supuestamente para remunerar a los funcionarios del Programa Nacional de Movilización por la Alfabetización (PRONAMA) y promotores de salud.

Criticado por los medios debido a su idea de “mayor autonomía”, con cierta connotación separatista, y abanderado de la desobediencia al régimen estatal, como el hecho de pasar por encima del Ministerio de Educación en el afán de hacer una nueva evaluación a profesores puneños, Hernán Fuentes muestra ser un triste ejemplo de la desobediencia civil.

“Es una idea descabellada confundir descentralización con autonomía, que significa romper el Estado. Estamos contrarios a ello”, expresó para RPP noticias, Ollanta Humala, el 19 de marzo. Pero, ¿no sería incongruente, además, como una persona que gusta de gastar dinero del Estado en pequeños lujos, como una camioneta Toyota de 125 920 soles, pretenda romper con él?, entonces, su discurso no sería más que demagogia.

En estos primeros días de abril, ha sido entendido como lamentable por el secretario regional del partido político Unión Por el Perú (UPP), Edmundo Aza Ampuero, el paro de 24 horas que se dará en Puno el 11 de este mes. “Debe quedar claro que la protesta que están organizando sus simpatizantes, es para defender lo indefendible, la mala gestión de su líder”, indicó para Radio Pachamama, en Puno.

Sin embargo, Puno muestra ser un enfrentamiento de dos discursos, o mejor dicho de dos manifestaciones: la del 11 de abril, promovida por Fuentes, y la del 24 de abril, en rechazo al alza de los productos de primera necesidad y en contra de las irregularidades de Fuentes Guzmán y el presidente Alan García.

Hoy y siempre la desobediencia civil fue avalada por la población. Quizá no sea este el momento para Puno o quizá no sea Fuentes la persona quien dirija a Puno, lo cierto es que la falta de dirección del Estado sigue permitiendo que el sur sea fuente de disgregación.



El duque Nuez

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